20 de Agosto del 2018
Se aconseja la visita previa al médico de cabecera, que informará sobre consejos generales, y en caso de padecer alguna enfermedad que requiera de algún medicamento específico, es recomendable que el médico extienda un informe sobre la misma, y le recete la medicación necesaria en cantidad suficiente para cubrir el período de tiempo que dure su estancia en el extranjero.
Se deben programar con tiempo los aspectos sanitarios del viaje.
Los viajeros deberán adquirir cierta familiaridad con el sistema de asistencia sanitaria del país de destino y conocer la cobertura de su seguro. Para recibir información al respecto, deben dirigirse a las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), donde se les indicarán los acuerdos que sobre prestaciones de asistencia sanitaria tiene establecidos España con otros países.
Cuando los viajeros sean ancianos o niños, son necesarias precauciones especiales, como son la protección contra el sol y el calor en países tropicales por el riesgo de insolaciones y deshidrataciones. En los traslados o vuelos de larga duración, sobre todo en personas de edad avanzada, es conveniente hacer los ejercicios de movilización que el medio permita (cambios posturales, caminar hasta el servicio, etc.)
Los niños se adaptan, en general, mejor que los adultos a los cambios horarios y de clima. Pero su resistencia a las enfermedades es menor. Un estado de deshidratación aguda puede provocar la muerte del niño en pocas horas.
Es muy importante elegir ropa y calzado adecuados. Los vestidos deberán ser de fibras naturales (algodón, lino, etc.), ligeros, no ajustados y de colores claros, siendo aconsejable cambiarse de ropa a menudo.
El calzado será amplio y ventilado para evitar infecciones por hongos.
Puede haber considerables diferencias entre las temperaturas diurnas y las nocturnas a cualquier altitud. En los locales climatizados y en los aviones la temperatura es fresca. El contraste entre temperaturas aumenta la predisposición a los resfriados que pueden prevenirse utilizando la ropa adecuada.
Se aconseja sacudir las sábanas y mantas antes de acostarse, así como la ropa y el calzado antes de vestirse, por si algún insecto u otro animal se hubiera ocultado en ellos.
En caso de ropa secada al aire, es conveniente plancharla con mucho calor.
El calor y la humedad excesivos y los esfuerzos exagerados en esas condiciones, pueden provocar desde agotamiento, pérdida de líquidos y sales minerales hasta un grave golpe de calor que haga necesaria una intervención médica de urgencia. En los casos de agotamiento se recomienda tomar té y bebidas ricas en sales minerales (zumos de frutas y legumbres, caldos de verduras, etc.).
La exposición a los rayos del sol puede provocar graves y debilitantes insolaciones y quemaduras, especialmente en personas de piel clara. Una forma de evitarlo es ir adaptándose con una exposición progresiva, usar sombrero y gafas de sol y aplicarse cremas con filtro solar.
Las personas con problemas alérgicos, deben tener en cuenta la época estacional del país de destino y la posibilidad de que se produzca una crisis durante el viaje.
Siempre es útil llevar un desinfectante y material de cura de fácil aplicación. En ciertas zonas también son una necesidad básica las cremas solares, los repelentes de mosquitos, los medicamentos contra el paludismo y las sales de rehidratación oral. Los viajeros deben consultar al médico sobre si deben llevar consigo antibióticos o preparados antidiarreicos.
Si se va a permanecer durante un largo período en zonas remotas deben consultar a alguna persona experta que pueda aconsejarles sobre el contenido de su botiquín. Si se prevé que deba administrarse un medicamento inyectable, deben llevar jeringuillas y agujas desechables.
Algunas vacunaciones están sometidas a reglamentación internacional, pudiendo ser exigido por las Autoridades Locales del país que se visita, un Certificado Internacional de Vacunación.
Este tipo de vacunación sólo se administra en los Centros de Vacunación Internacional autorizados y aprobados por la Organización Mundial de la Salud, en donde se proporciona el Certificado Internacional de Vacunación.
Es una enfermedad vírica de declaración internacional obligatoria, que se transmite por la picadura de un mosquito infectado.
La vacunación es obligatoria para entrar en algunos países (situación sanitaria mundial por países). Sólo se administra en los Centros de Vacunación autorizados y aprobados por la Organización Mundial de la Salud, donde se expide el Certificado Internacional de Vacunación.
Independientemente de su posible exigencia, se recomienda esta vacunación a todos los viajeros que se dirijan a zonas infectadas de África y América del sur.
Existen algunas contraindicaciones en personas con alteraciones inmunitarias y en niños menores de 6 meses. En el caso de embarazadas la vacuna no está indicada durante el primer trimestre del embarazo.
Su validez legal es de 10 años, a partir de los 10 días de la primera dosis e inmediatamente en la revacunación.
La vacuna es de virus vivos atenuados, cultivada en embrión de pollo.
La vacunación es una ayuda muy importante en la prevención de enfermedades infecciosas.
Los viajeros pueden vacunarse contra algunas enfermedades. La selección de las vacunas para un viaje determinado dependerá de la situación sanitaria concreta del país a visitar, de las enfermedades endémicas que le afecten, de las características del viaje (no se corren los mismos riesgos en un viaje de aventura que en uno organizado y no es lo mismo un viaje a una zona rural que a una zona urbana), de la duración del mismo, de la situación general de salud del propio viajero y del tiempo disponible antes del viaje.
Por todo ello, estas medidas preventivas deberán recomendarse en los servicios médicos de forma personalizada.
Es una enfermedad bacteriana intestinal aguda, producida por el Vibrio Cholerae. Se transmite por agua y alimentos contaminados.
Las zonas endémicas se encuentran principalmente en África, Centro y Sudamérica y Sudeste Asiático.
Es una enfermedad cuarentenable de declaración obligatoria internacional.
La vacunación anticolérica ha sido suprimida como obligatoria para el tránsito internacional de viajeros.
El riesgo de cólera para los viajeros es muy bajo y la mejor forma de prevenir la enfermedad son las medidas higiénicas con el agua y los alimentos (durante el viaje).
Existen varias vacunas:
Las vacunas orales pueden estar indicadas en zonas de alta endemia para cooperantes, miembros de ONG, viajes de aventura, trabajadores en campos de refugiados y en el caso de que se prevea un contacto directo con la población.
Es una enfermedad infecciosa producida por una bacteria, SalmonellaTyphi, que se transmite por el agua y los alimentos contaminados.
Su distribución es mundial, en países desarrollados la incidencia es muy baja, pero en los países en vías de desarrollo es una enfermedad frecuente. Los países más afectados se encuentran en África, Centro y Sudamérica, Oriente Medio y Sudeste asiático.
Existen dos tipos de vacuna: oral e inyectable.
La vacunación se recomienda a los viajeros que se dirijan a zonas endémicas, sobre todo en viajes fuera de los circuitos turísticos y condiciones higiénico-sanitarias difíciles o en estancias prolongadas.
Dado que la efectividad de la vacuna es limitada, se debe considerar que la mejor prevención son las medidas higiénicas con los alimentos y bebidas (durante el viaje).
Es una enfermedad infecciosa transmitida por el virus de la hepatitis A, que posee una distribución mundial, apareciendo en forma de epidemias periódicas. Se transmite de persona a persona y por la ingestión de alimentos y bebidas contaminadas.
Las áreas de alta incidencia son África, Asia, Centro y Sudamérica, zona mediterránea y Europa del este.
España se considera un país con una incidencia intermedia-baja. La mejora de las condiciones higiénicas ha producido un cambio en el patrón epidemiológico, con una disminución de la infección en relación con la edad.
La vacuna se prepara con virus de la hepatitis A inactivados.
Se recomienda a los viajeros menores de 30 a 35 años, procedentes de zonas de baja incidencia (Europa occidental, Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda), que se dirijan a países de alta endemia, valorando siempre la duración del viaje y las condiciones higiénico-sanitarias del mismo.
Es una enfermedad infecciosa transmitida por el virus B de la hepatitis, de distribución universal. Se transmite sobre todo por vía sexual, transfusiones sanguíneas con sangre contaminada o por material contaminado (jeringas, tatuajes,…) y vertical madre-hijo..
La hepatitis B es endémica en toda África, gran parte de América del Sur, Europa oriental, Mediterráneo oriental, sudeste asiático, China e Islas del Pacífico, excepto Australia, Nueva Zelanda y Japón. En la mayor parte de estas regiones son portadores crónicos del virus del 5 al 15% de la población.
España tiene una incidencia media o baja, con un índice de portadores en torno al 1%. La epidemiología de la enfermedad está cambiando, debido a la vacunación de niños, adolescentes y grupos de riesgo.
Actualmente se utilizan vacunas elaboradas por ingeniería genética.
La vacuna se recomienda a los viajeros que vayan a permanecer más de 6 meses en zonas endémicas o viajen con frecuencia, a los trabajadores sanitarios, a los adictos a drogas por vía parenteral y cuando se prevean relaciones sexuales con la población local o se pueda requerir asistencia sanitaria.
Es una enfermedad infecciosa aguda de distribución mundial, que suele presentarse de forma endémica con oscilaciones estacionales.
Los países de mayor incidencia se encuentran en África Subsahariana, también se han producido brotes en el sudeste asiático (India, Nepal) y Oriente Medio.
La vacunación está indicada en viajeros mayores de 2 años que se dirijan a zonas endémicas o hiper-endémicas de meningitis A o C, durante la estación seca (diciembre a junio) y que vayan a estar en contacto directo con la población.
La vacunación es obligatoria para viajar a Arabia Saudí durante el período de Peregrinación a la Meca.
La poliomielitis es una enfermedad que se encuentra casi erradicada en los países occidentales, gracias a la vacunación, pero que aún persiste en algunos países menos desarrollados.
Se recomienda la vacunación a los viajeros que se dirijan a países de alta endemia, que vayan a estar en contacto estrecho con la población (África, Oriente Medio y Sudeste Asiático).
Es una enfermedad vírica aguda que afecta al sistema nervioso central y se transmite al hombre por contacto directo (mordedura, secreción) con determinadas especies de animales (perros, gatos, zorros, murciélagos, mofetas, etc.).
Es endémica en muchos países en desarrollo, en alguno de ellos llega a ser un importante problema de salud pública como en África subsahariana, Bangladesh, Bolivia, China, Colombia, Ecuador, Etiopia, Filipinas, Guatemala, India, Méjico, Perú, Sri Lanka, Vietnam o Tailandia.
Otros países declaran estar exentos de esta enfermedad: Australia, Baréin, Bermudas, Chipre, Dinamarca, España, Finlandia, Grecia, Reino Unido, Irlanda, Islandia, Japón, Kuwait, Malta, Noruega, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Portugal, Suecia y Taiwán.
La vacuna más eficaz es de virus inactivados cultivados en células diploides humanas.
Se recomienda la vacunación pre-exposición en viajes de más de 1 mes a zonas rurales de alta endemia o cuando se realicen actividades especiales (cazadores, escaladores) y en personal de laboratorio en contacto con el virus, profesionales de riesgo en países endémicos (veterinarios, espeleólogos, zoólogos).
Es una enfermedad producida por una toxina de la bacteria Clostridium tetani, que penetra en el organismo a través de heridas o erosiones en piel o en mucosas, sobre todo en heridas anfractuosas por lo que es fundamental que ante cualquier herida, la limpieza y desinfección sea concienzuda. Su distribución es universal.
La vacunación se recomienda a todas las personas, especialmente a los viajeros.
Existen otras vacunas que sólo son aconsejables en casos especiales, en los que hay que valorar individualmente las características y la duración del viaje, las condiciones sanitarias del país de destino, la edad y la situación clínica del viajero.
Estas pueden ser: encefalitis primero estival, encefalitis japonesa, neumococo, difteria, gripe, etc.
El Paludismo o Malaria es una enfermedad muy extendida que afecta a prácticamente todos los países tropicales. Se transmite a través de la picadura de un mosquito (Anopheles). Dado que esta enfermedad puede resultar grave, e incluso mortal, es importante hacer una prevención de la misma. Como en la actualidad no se dispone de una vacuna eficaz, la profilaxis se basará en la conjunción de las siguientes medidas:
Los diferentes medicamentos y las pautas de administración se basarán en las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Dado que el tipo de medicación varía según la zona a visitar y que ninguno de estos medicamentos está desprovisto de efectos secundarios, la prescripción de los mismos deberá ser realizada por personal sanitario especializado, en consulta personalizada.